Iba de paseo al volcán Irazú y me encontré en el camino este restaurante tapizado de firmas, mensajes y muchas tarjetas de presentación que cada visitante dejó a su paso...
Paredes cubiertas de palabras, luchando cada una por sobresalir entre el montón y en un desorden que llegaba hasta el techo.
¿Qué les parece?
Que esta semana sean muy felices :)
(Felices saltando mi hijo, mi cuñada y la del medio soy yo)